A simple vista parecen surcos en la tierra, pero desde el aire se aparecen largas rectas y dibujos esculpidos en la tierra yerma. Desde una cierta altura se aprecian trapecios, espirales, triángulos o representaciones de animales como colibrís, cóndores, cachalotes, arañas, monos o incluso figuras humanas, que se suceden a lo largo de la vasta y desértica llanura de Jumana, en Perú. Son los enigmáticos geoglifos de Nazca, creados por los habitantes de la cultura del mismo nombre que habitó la región entre 200 y 700 años antes de Cristo. A lo largo del sur de Perú se han excavado y documentado más de 650 yacimientos, que han merecido desde el año 1995 la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco.
Pero en las pampas de Jumana se esconden aún más figuras. Las dos últimas acaban de salir a la luz gracias a la excavación realizada por un grupo de investigadores japoneses que llevan trabajando años en la zona y que en el 2006 ya habían sacado a la luz en el valle un centenar de nuevos glifos (canales) y líneas.
Los dos nuevos dibujos fueron encontrados en la parte meridional del altiplano. En uno de ellos, de cuatro metros de largo por tres de ancho, se reproduce un rostro humano, con ojos, boca y oídos. En el otro se distingue a un animal que, aunque no ha sido del todo identificado, muestra los contornos de un insecto o, posiblemente, de un pez de siete metros de ancho por 2,7 de largo.
El trabajo, desarrollado por la Universidad de Yamagata, aún está en fase de ejecución, según explicó a la Agencia Andina Américo Baiocchi, director regional de Cultura de Ica, el departamento donde se han localizado los restos. «Lo que ahora se ha informado ?explica? es seguramente un avance que han remitido a la Universidad, falta que precisen el período al que pertenecen los geoglifos, pues antes que los nascas en la zona estuvieron los paracas».
Los nuevos diseños no habían sido detectados previamente desde el aire ?para la investigación se utilizan imágenes de satélite? porque son relativamente pequeños en comparación con las demás figuras ya catalogadas, algunas de casi 275 metros de largo.
Los geoglifos de Nazca fueron observados por primera vez por el conquistador español Cieza de León en 1547, aunque el verdadero hallazgo data de 1927 cuando fueron descubiertos por un avión que sobrevolaba casualmente la zona. Pero, pese al tiempo transcurrido, el misterio se sigue cerniendo sobre ellos. ¿Qué son?, ¿qué representan? Caminos sagrados, un gigantesco calendario astronómico o rutas rituales son algunas de las interpretaciones que con mayor o menor acierto se le han encontrado, aunque tampoco faltan disparatadas teorías que apuntaban a que eran una especie de aeropuerto para la llegada de extraterrestres. De hecho, Nazca fue durante algún tiempo un lugar de culto para los amantes de los platillos volantes.
La investigación más consistente fue la desarrollada durante cinco años por Reindel e Isla, que desvelaron que la región fue habitada de forma continua por las culturas Paracas y Nazca desde el año 800 antes de Cristo hasta el final del imperio Inca, en 1532. ¿Qué significado tenían? Eran un culto al agua en una tierra seca. Incluso se han encontrado ofrendas.
Origen: http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/01/19/0003_201101G19P36991.htm
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